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El Sr. Monk va al parque de bomberos
Información
Número de novela: 01
Título original: Mr. Monk Goes to the Firehouse
Autor: Lee Goldberg
Páginas: 304
Fecha de publicación: 03/01/2006
Novela siguiente: Mr. Monk Goes to Hawaii

Mr. Monk Goes to the Firehouse (traducible como El Sr. Monk va al parque de bomberos) es la primera novela de Monk. Fue escrita por Lee Goldberg en 2006.

Argumento[]

Adrian Monk se ve obligado a alojarse con su ayudante Natalie Teeger, mientras su apartamento está siendo fumigado. Después de dar ciertas instrucciones a los encargados de la mudanza, Natalie encuentra a su hija Julie llorando en su cuarto. Julie le dice que Sparky, un dálmata de la estación de los bomberos que visitaron su escuela durante la Semana de Seguridad contra Incendios, fue encontrado muerto la noche anterior. Monk no puede ver llorar a Julie, y promete investigar el asunto.

Monk y Natalie se dirigen a la estación de bomberos de Sparky para hablar con el capitán Mantooth, el comandante de la brigada de bomberos. Monk siente una fascinación infantil por la estación de bomberos (es decir, por las reglas que requieren que todo en la estación esté intachablemente limpio y perfectamente ordenado). Mientras limpia tiernamente el ya brillante camión de bomberos, Mantooth responde a las preguntas de Natalie; explicándole que Sparky pertenecía a uno de sus mejores bomberos, Joe Cochran, y que siempre dormía en la estación de bomberos mientras Joe estaba de servicio.

Mantooth les habla sobre lo que sucedió la noche anterior. Atendieron la llamada de una casa que se incendiaba aproximadamente a cuatro manzanas de allí. En el incendio, murió una mujer de sesenta y cuatro años llamada Esther Stoval (se durmió fumando un cigarrillo delante de su televisor). Cuando ellos volvieron, encontraron a Sparky en el suelo. Había sido aporreado a muerte con un hacha. Monk examina la escena del delito, y explica lo que cree que pasó: el intruso entró en la estación de bomberos, probablemente buscando algo para robar (aunque, extrañamente, nada parece haber desaparecido), y agarró una piqueta del estante cuando Sparky corrió hacia él. Como el asesino no llevaba el arma, Monk deduce que el ataque fue probablemente improvisado. Las únicas preguntas son quién, y por qué, mataría un perro de una estación de bomberos, y qué podría haber estado buscando. Cuando Monk pregunta a Mantooth si algo había desaparecido cuando ellos regresaron, Mantooth dice que la única cosa que notó fue la ausencia de dos toallas; él no piensa que sea importante, pero Monk queda impresionado por haber encontrado a alguien más que nota esa clase de detalles.

Monk y Natalie van desde la estación de bomberos hasta el lugar del incendio de la noche anterior, teniendo la intención de buscar a Joe Cochran. Sin embargo, cambian de planes al encontrar al capitán Stottlemeyer. Él les explica que está allí porque la policía debe tratar la casa como la escena de un crimen, hasta que la investigadora de incendios provocados tome una decisión. Stottlemeyer y la investigadora creen que la muerte fue un accidente: Esther Stoval, la víctima, era una fumadora empedernida. Piensan que estaba fumando un cigarrillo y que este cayó sobre un montón de periódicos, incendiándolos. El fuego se extendió desde los periódicos al resto de la habitación, y luego al resto de la casa. Sin embargo, Monk encuentra algunas pistas que parecen sugerir otra cosa: dada la posición de la víctima en el sofá, no podía ver el televisor, y estaba mirando una silla vacía. Esto sugiere que alguien más estuvo allí la noche anterior. Además, si Esther estaba mirando el televisor cuando murió, ¿por qué el mando a distancia está al otro lado de la mesa de centro, lejos de su cabeza? Sabiendo que Monk nunca se equivoca con los asesinatos, Stottlemeyer llama rápidamente al teniente Disher y le pide que ordene al examinador médico que realice la autopsia de Esther Stoval cuanto antes.

Más tarde, ese día, Monk y Natalie encuentran a Joe Cochran alimentando a los gatos de la vecindad mientras las investigaciones continúan. Monk rechaza acercarse a los gatos (debido a su alergia), así que Natalie habla con Joe, y las chispas saltan inmediatamente: Joe no es sólo apuesto, también es generoso y cortés. Cuando Natalie le explica por qué están allí, Joe, un poco acongojado, dice que todos querían a Sparky, y la única persona con un móvil en el que puede pensar sería Gregorio Dumas, un presumido criador de perros que vive en la calle de la estación de bomberos. Recientemente, Gregorio Dumas amenazó a los bomberos con un pleito, después de que Sparky dejara preñada a su premiada caniche Letitia.

Monk y Natalie visitan a Dumas, quien resulta ser una figura absurda con un alojamiento magnífico para su caniche, y quien describe a Sparky como un "perro mestizo común". Cuando Monk le pregunta dónde estaba la noche anterior, Dumas le explica que estuvo en casa, mirando la estación de bomberos para asegurarse de que Sparky no intentara nada otra vez. Vio cómo un bombero solitario salía de la estación de bomberos.

Cuando Natalie le pregunta sobre esto a Joe, este dice que eso es imposible: todos los bomberos estaban en la casa de Esther Stoval esa noche, y nadie volvió antes. Monk deduce que quizás Dumas vio al asesino. En el interrogatorio de Dumas, Monk también nota un detalle extraño: Dumas es tan protector con su caniche que la retiene en su residencia, cerrada con llave y rodeada con un alambre de púas. ¿Cómo es posible que Sparky la dejara preñada?

Antes de que Monk pueda seguir adelante con el caso, él y Natalie son llamados a la comisaría, donde Stottlemeyer y Disher han recibido el informe de la autopsia de Esther Stoval. Disher explica que el forense no ha encontrado ningún rastro de humo o partículas de hollín en los pulmones de Esther ni en sus fosas nasales, confirmando las sospechas de Monk de que ella estaba muerta antes de que el fuego comenzara. También señala que el médico forense ha encontrado restos de tela en la tráquea de la víctima, y unas hemorragias alrededor de sus ojos. En resumen, la víctima fue asfixiada (probablemente con un cojín). Es lo que Stottlemeyer llama un asesinato perfecto: provocando el incendio, el asesino pudo destruir todas las pruebas forenses (incluyendo las huellas dactilares y el ADN). Además, no hay ningún testigo que presenciara el crimen.

Monk y Natalie preguntan por la vecindad y quedan consternados porque todos los vecinos de Esther la despreciaban: ella era una "anciana mezquina” y espiaba a sus vecinos, quienes se quejaban de sus hábitos y de los maullidos nocturnos de sus innumerables gatos. Aún más, ella era la única que se oponía al plan de desarrollo de Lucas Breen, un magnate local de bienes inmuebles que quería demoler las casas de la calle de Esther y construir un bloque de apartamentos de lujo. Ahora que ella está muerta, los otros residentes están encantados de poder vender sus casas a Breen y abandonar la vecindad.

Los vecinos de ambos lados de la calle de Esther tienen historias similares: uno de ellos, que trabaja en un laboratorio local, investigaba cada nuevo gato que Esther compraba, y menciona que Esther compró un tipo de gato conocido como "van turco" unos días antes de morir. También les explica que su casa parecía un enorme basurero. Monk y Natalie visitan a un vecino que vive en la calle de Esther. Él les explica que para ganar un poco de dinero vende coches antiguos (pues está desempleado), y que cuando Esther vio a la gente comprando sus antiguos vehículos restaurados, presentó una demanda contra él y consiguió que le multaran por no contar con una licencia.

Joe invita a Natalie a salir, y ella acepta de buena gana. Cuando pasa a recogerla, Joe le entrega a Julie la insignia de la estación de bomberos de Sparky, y le agradece su preocupación por su perro al contratar a Monk.

Al día siguiente, Monk, Natalie, y Stottlemeyer van para entrevistar a Lucas Breen; que es rico, influyente y el presidente de la Corporación de Desarrollo Breen. Breen les dice que él no tenía motivos para matar a Esther Stoval: siempre podría haber alterado el reglamento de división por zonas para desalojarla; o, más aún, podría haber construido su bloque de apartamentos alrededor de su casa (Breen asegura que sólo gracias a su creatividad pudo alcanzar su posición en la industria de bienes inmuebles). Cuando Monk le pide a Breen una coartada para la noche en que Esther fue asesinada, Breen afirma que estaba en una recaudación de fondos en el hotel Excelsior con su esposa, el alcalde, el gobernador y la esposa del gobernador, y por lo menos otras quinientas personas. Al salir de la oficina de Breen, Monk toma las escaleras mientras Natalie y Stottlemeyer cogen el ascensor.

Cuando Monk llega al vestíbulo, les dice a Natalie y a Stottlemeyer que sin duda Breen es el tipo que mató a Esther: la floristería en el edificio de Breen vende unos ramos distintivos, hechos a mano, idénticos al que Monk vio en la casa de Lizzie Draper, una de las vecinas que viven en la calle de Esther Stoval. Monk ha deducido que Breen compró para Lizzie un ramo de flores de la tienda, sólo unos días antes de que Esther fuera asesinada. Monk sospecha que Lizzie es la amante de Breen. Recordando lo que los otros vecinos de Esther dijeron sobre sus hábitos de espionaje, Monk deduce que esta tenía fotos incriminatorias de Breen con Lizzie Draper y que debía de haber estado chantajeando al magnate, amenazándole con contárselo a su esposa. Él debió de matarla para que guardara silencio.

En la comisaría, Disher confirma que la coartada de Breen para aquella noche es sólida. Monk no está tan convencido: en la recaudación de fondos había tanta gente que Breen bien pudo haberse escapado y haber reaparecido varias horas más tarde sin que nadie lo notara. Además, la empresa de Breen diseñó y construyó el Excelsior, así que él sabría escaparse sin ser visto por las cámaras de seguridad. Sin embargo, las flores no son una prueba suficiente para poder detener a Breen: sin testigos que puedan confirmar que Breen estuvo en la casa esa noche (más el hecho de que Breen incendió la casa para eliminar su rastro), la policía no podría conseguir una orden de detención.

Monk y Natalie aparcan en el hotel Excelsior e intentan recrear los pasos de Breen de aquella noche. Cuando pasan junto a un edificio de oficinas, un vagabundo les pide dinero y Monk le da varios paquetes de toallitas desinfectantes. El hombre no queda muy complacido.

Ellos pasan por la estación de bomberos de Joe y se detienen brevemente. Razonan que Breen podría haberse detenido allí para descansar durante unos minutos, de camino a la casa de Esther Stoval; y notan que si ellos han tardado cerca de cuarenta minutos en ir del hotel a la estación de bomberos, ese sería el tiempo aproximado que Breen necesitó para llegar a la casa de Esther, dado que esta está a sólo cuatro manzanas de allí.

Natalie le hace a Joe algunas preguntas más sobre los hábitos de Sparky, y Joe explica que le permitían correr suelto por el barrio cuando respondían a las llamadas urgentes. No sabe a dónde iba Sparky mientras ellos no estaban, pero en las últimas semanas siempre olía a mierda. Monk resuelve una parte del caso, y él y Natalie cruzan la calle para enfrentarse a Gregorio Dumas: parece que Dumas ha estado construyendo un túnel en el sótano de la estación de bomberos, usando la línea del alcantarillado. Usó deliberadamente su caniche para distraer a Sparky y lograr que no ladrase, mientras él buscaba en el sótano. Según los archivos históricos, fue allí donde un famoso ladrón famoso de trenes del siglo XIX escondió su tesoro. Por eso Sparky siempre volvía oliendo mal.

Dumas confiesa que estuvo en la estación de bomberos durante la noche del asesinato (y que usó las dos toallas desaparecidas para limpiarse las aguas residuales de sus zapatos) pero jura que no mató Sparky, pues esto habría roto el corazón del caniche. Él menciona haber visto al bombero solitario saliendo del garaje, y en cierto modo presenció el delito. Monk le cree, y le explica a Natalie que Dumas vio Breen disfrazado de bombero.

El detective explica lo ocurrido: el viernes por la noche, Breen dejó el Excelsior y fue a la casa de Esther Stoval para intentar razonar con ella. Fue andando porque era el único modo en el que podía llegar allí sin ser visto (no podía conducir porque el botones y la prensa lo habrían visto marcharse, y no podía tomar un taxi porque el conductor lo habría reconocido). Cuando llegó a la casa de Esther, ella le amenazó con exponer su aventura con Lizzie Draper. A él le entró el pánico, la mató, y luego provocó un incendio "accidental". Volvía corriendo al hotel cuando recordó que había dejado algo atrás: algo que lo situaría en la casa de Esther esa noche. No podía arriesgarse a que fuera destruido por el fuego o pudieran conectarlo con él, pero se dio cuenta de que los camiones de bomberos se le habían adelantado y no podría volver dentro. Entró sigilosamente en la estación de bomberos, pero Sparky lo atacó y le obligó a usar una hacha para defenderse. Robó un casco y un chaquetón, y regresó a la escena de delito. Así pudo recuperar el artículo incriminatorio sin ser notado, y luego devolvió lo robado a la estación de bomberos, antes de regresar a la recaudación de fondos.

Cuando Monk y Natalie vuelven al hotel, el detective explica que sospechó que Breen había robado el chaquetón de un bombero porque, cuando visitaron por primera vez la estación, había un abrigo mirando en la dirección equivocada. Sin embargo el capitán Mantooth es un hombre muy ordenado. Después de preguntarle a Monk cómo pueden demostrar que Breen estuvo en la casa de Esther la noche en que fue asesinada, Natalie es asaltada por un hombre con un cuchillo. Sin embargo, ella lo desarma y Monk le pregunta si asaltó a alguien más en aquella área durante la noche del incendio. El atracador confiesa que asaltó a Lucas Breen la noche en cuestión y le robó la cartera. También menciona que Breen olía a humo, como si acabara de escapar de un edificio en llamas.

Monk, Natalie, y Stottlemeyer se reúnen con Breen en su oficina, pero él niega todo. Ellos le informan de que saben que le asaltaron cuando estaba volviendo hacia el incendio. También indican que Breen denunció a su banco el robo de sus tarjetas de crédito, pero nunca comunicó el atraco a la policía. Breen afirma que fue asaltado mientras estaba fumando un cigarrillo, y por eso olía a humo.

Al día siguiente, Monk rápidamente comprueba las previsiones meteorológicas de aquella noche y también examina el "antes" y el "después" de las fotografías de Breen en la recaudación de fondos. Nota que en las fotos del "antes", Breen lleva puesto su abrigo hecho a medida; pero en las fotos del "después", a medianoche, el abrigo ha desaparecido.

Monk explica lo que piensa que pasó: según la carta meteorológica, dejó de llover alrededor de las nueve y media de la noche. El equipo de bomberos de Joe salió a las diez. Si Breen tardó cuarenta minutos en ir del hotel a la casa de Esther, el momento de su salida podría ser colocado alrededor de las nueve y cuarto, así que todavía estaba lloviendo cuando se marchó. Como consiguiente, llevó puesto su abrigo para no mojarse. Monk sospecha que, cuando llegó a la casa de Esther, Breen debió de colgar su abrigo y trató de razonar con la anciana, quien lo amenazó con sus fotos incriminatorias. Esto enfadó a Breen y terminó matándola; entonces provocó el fuego y quemó la casa.

Como ya no estaba lloviendo, Breen olvidó llevarse su abrigo hasta que, unas manzanas más adelante (frente a la estación de bomberos vacía), se dio cuenta de ello. Tenía que recuperar aquel abrigo, porque tenía unos botones personalizados con sus iniciales, y los botones podrían sobrevivir al fuego y vincularle al crimen. Mató a Sparky en defensa propia, robando el uniforme de bombero y el casco. Regresó a la casa en llamas, recuperó el abrigo y luego devolvió lo robado a la estación de bomberos. Breen pensó que era libre, pero fue asaltado de camino al hotel.

Monk y Natalie vuelven a la estación de bomberos. Natalie explica que vuelven para averiguar dónde Breen pudo haberse deshecho de su abrigo. Mientras que Natalie sospecha que quizás Breen lo dejó en la casa de Lizzie Draper, Monk indica que eso habría sido muy arriesgado, y sospecha que Breen probablemente tiró el abrigo en algún sitio entre la estación de bomberos y el hotel. Durante su búsqueda, Disher llama a Natalie para decirles que el atracador ha confirmado que Breen llevaba puesto su abrigo cuando fue asaltado. Monk y Natalie rebuscan en varios contenedores; pero Monk tristemente concluye que deben de haber sido vaciados ya: el único modo de encontrarlo es en el vertedero de la ciudad.

Monk y Natalie van al vertedero de la ciudad y visitan a Chad Grimsley, el gerente, solicitándole que aparte la basura del hotel Excelsior durante unos días para poder buscar el abrigo. Planean pedirle una orden de registro a Stottlemeyer, pero se ven forzados a reunirse con él en una investigación de homicidio (cerca de la Torre Sutro). Monk rápidamente resuelve el homicidio, pero Stottlemeyer informa a Monk de que ningún juez aprobará una orden de registro para toda una montaña de basura.

Monk y Natalie se dirigen a la comisaría, donde dialogan con Disher. Cuando Stottlemeyer vuelve, les dice que el jefe ha rechazado darle la orden de registro, y ha ordenado que dejen de acosar a Breen con acusaciones malévolas y comiencen a buscar a otros posibles sospechosos. Stottlemeyer, sin embargo, todavía tiene fe en las capacidades de Monk como detective; y sabe que, si él cree que Breen es el asesino de la anciana y el perro, probablemente tiene razón. Siguiendo la teoría de Monk, Stottlemeyer envía a un equipo de forenses a la estación de bomberos para recuperar el chaquetón que Breen podría haber utilizado, creyendo que hay una posibilidad de que este dejara en él algunas huellas digitales o ADN cuando lo devolvió. Disher indica que no saben exactamente qué partes del equipo usó Breen esa noche, pero Stottlemeyer menciona que es la única acción posible que tienen.

Joe y varios reclutas de bomberos ayudan a Monk y a Natalie a rebuscar en la basura, pero no encuentran el abrigo. Esa noche, Natalie sale por segunda vez con Joe y su relación se estrecha, aunque Natalie se molesta porque Joe se toma despreocupadamente los aspectos peligrosos de su trabajo.

Su cita es interrumpida, sin embargo, cuando Stottlemeyer llama a Monk y a Natalie a un nuevo homicidio. Un vagabundo ha sido encontrado aporreado hasta la muerte con un ladrillo, en su campamento. Según el juez de instrucción, el hombre llevaba muerto dos horas cuando fue descubierto. Stottlemeyer comenta que han tenido mucha suerte: un coche patrulla pasó por allí y los oficiales vieron a la multitud que había descubierto el cadáver. Monk no deja de estornudar, señalando que el hombre parece haber dormido con gatos. Cuando le pregunta por qué le han llamado, Stottlemeyer le muestra varios paquetes de toallitas en los bolsillos del muerto, y le pregunta si le conocía. Natalie reconoce al muerto como el vagabundo al que Monk le dio toallitas mientras estaban recreando los pasos de Breen en la noche del incendio.

Monk observa que, a pesar de que la noche es fría, el muerto no lleva ningún abrigo, y cuando él lo vio corriendo por la calle llevaba puesto un abrigo sucio y andrajoso. Inmediatamente, el detective anuncia que Breen también ha matado al vagabundo. Stottlemeyer se muestra escéptico, notando que Monk quiere que Breen sea un asesino múltiple; pero Monk piensa que Breen es sólo un hombre que tiene que seguir matando para encubrir el asesinato de Esther Stoval. Explica lo que pasó: después de que Breen matara a Esther Stoval y olvidara su abrigo en la casa en llamas, fue a la estación de bomberos para robar el chaquetón de bombero e introducirse en el fuego, y mató Sparky en el proceso. Después de recuperar el abrigo y devolver el chaquetón robado a la estación de bomberos, Breen caminó hacia el hotel, donde fue atracado. En algún punto entre el momento en el que Breen fue asaltado y cuando finalmente volvió al hotel, debió de tirar el abrigo en uno de los contenedores del Excelsior (probablemente porque estaba parcialmente chamuscado por el fuego, y porque habría tenido que explicar a su esposa y a los otros cómo se había chamuscado su abrigo durante la recaudación de fondos).

Más tarde, esa noche, el vagabundo recogió el abrigo. No sabía quién era el dueño, pero cuando Monk, Natalie y Stottlemeyer estaban acusando a Breen del asesinato, este divisó al vagabundo por la calle y reconoció su abrigo. Viendo una prueba que podría enviarle a prisión, Breen siguió al vagabundo, lo mató y cogió su abrigo.

Monk y los demás corren a la casa de Breen para intentar recuperar el abrigo, pero llegan demasiado tarde: Breen ha incinerado el abrigo en su chimenea, y (sorbiéndose los mocos debido a un fuerte resfriado) les informa de que no tienen ninguna prueba para conectarlo con ningún delito.

Monk camina con dificultad hacia la casa de Natalie, sintiéndose derrotado. Está frustrado porque Stottlemeyer se arriesga a perder su placa por ese caso, y él le ha arrastrado a la investigación. Monk hojea su libro favorito de historietas de Marmaduke. Cuando encuentra una historieta en la cual el perro persigue a un gato hasta un árbol, descubre que todavía tienen una posibilidad de detener a Breen. Le explica su teoría a Stottlemeyer, que decide apostar por ello, aunque sabe que es muy arriesgado. Disher se ofrece ir, pero Stottlemeyer no está dispuesto a arriesgar también la placa del teniente.

Stottlemeyer y Natalie se reúnen con Breen en su oficina, mientras Monk permanece en el vestíbulo. El detective llama a Natalie con su teléfono móvil, y esta saca un gato turco blanco. Breen comienza a estornudar, y Monk recuerda que Breen estornudaba explosivamente durante la noche en la que los recibió en su casa. Él dijo estar resfriado, pero Monk acaba de demostrar que él y Breen tienen una cosa en común: ambos son alérgicos a los gatos. El gato turco es el que Esther Stoval compró sólo unos días antes de ser asesinada. Monk explica que, durante el incendio, la caspa de los gatos de Esther se quedó pegada al abrigo de Breen.

Monk también recuerda que estornudó cuando se encontró con el vagabundo, y más tarde estando en el campamento del muerto. Al principio pensó que el hombre vivía con gatos, pero no había excrementos de gato en ninguna parte cerca del campamento. Stottlemeyer revela que han registrado el coche y la casa de Breen para comparar la caspa que encuentren con la de los gatos de Esther.

Breen sale corriendo, escapando en un ascensor privado. Stottlemeyer blasfema, sabiendo que, si Breen logra salir del edificio, desaparecerá para siempre. Sin embargo, Monk tiene un plan.

Mientras Breen sale del aparcamiento en su Bentley Continental, Monk agarra dos boles de crema de almejas del restaurante del vestíbulo y los lanza en el parabrisas de Breen, cegándole y haciéndole perder el control y chocar contra una fila de coches aparcados. Breen, severamente herido y habiendo perdido varios de sus dientes en el accidente, sale de su coche llevando un arma, prefiriendo matar a Monk antes que ir a prisión. Antes de que Breen pueda apretar el gatillo, se produce un disparo, y Breen cae. Disher aparece, esposa a Breen y pide una ambulancia. Cuando Stottlemeyer y Natalie llegan, Disher les dice que los ha seguido porque ha pensado que necesitarían su ayuda (aunque Stottlemeyer le indica que también ha violado una orden directa).

Volviendo a la comisaría, Monk, Natalie, Stottlemeyer y Disher averiguan que el análisis de los pelos encontrados tanto en la casa de Breen como en su coche han coincidido con los de los gatos de Esther. Stottlemeyer menciona que su audiencia de revisión ha sido suspendida y ha sido sustituida por un acto de elogio a Disher. Stottlemeyer reconoce que el teniente ha puesto fin a una situación de rehenes muy arriesgada sin causar daños serios a nadie.

Satisfechos, Monk y Natalie vuelven a la estación de bomberos para informar de que han atrapado al asesino de Sparky. Joe está extasiado y quiere salir con Natalie para divertirse, pero esta le explica que ha tomado una decisión difícil: se está enamorando de él, pero no puede estar con un hombre con un trabajo peligroso; ella y Julie ya perdieron a Mitch, y no pueden pasar por ello otra vez. Joe se entristece, pero acepta su decisión.

Julie está tan agradecida con Monk por haber encontrado al asesino de Sparky que ordena su dormitorio tal y como le gustaría a él. Mientras Monk se dispone a volver a su casa, Stottlemeyer los felicita por haber resuelto el caso de Breen con la cantidad de pruebas incriminatorias que han sido capaces de localizar. No sólo tienen la caspa de gato, sino que el forense ha encontrado también las huellas digitales de Breen en el guante de un bombero. Antes de que Stottlemeyer se marche, Monk le pide que detenga a la señora Throphamner, la anciana que vive al lado de la casa de Natalie y ha estado cuidando a Julie.

El detective asegura que ha asesinado a su marido: ha estado llevando puesta su dentadura postiza en el lugar de la suya propia, y constantemente planta nuevas rosas para ocultar el cadáver en descomposición sepultado en su jardín. Ante el asombro de Natalie, la vecina lo admite. Natalie enfurece con Monk por haber dejado que una asesina cuidara de su hija creyendo que no mataría a nadie más.

Personajes[]

Curiosidades[]

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