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El sr. Monk y el gran partido
Partido
Información
Número de episodio: 5.03 (64)
Título original: Mr. Monk and the big game
Guionista: Jack Bernstein
Director: Chris Long
Duración: 41 min. (aprox.)
Fecha original de emisión: 21/07/2006
Episodio anterior: El sr. Monk y la huelga de basura
Episodio siguiente: El sr. Monk no ve nada

El sr. Monk y el gran partido es el tercer episodio de la quinta temporada de Monk.

Argumento

Julie Teeger acude a sus entrenamientos de baloncesto. Al finalizar la clase, la entrenadora del equipo, Lynn Hayden, da ánimos a sus jugadoras. Les dice que está muy orgullosa de ellas, y está segura de que están preparadas para el partido del campeonato, la semana próxima (incluso aunque ella no esté presente). Confusa, Julie le pregunta a qué se refiere, pero Hayden no le contesta.

Después de que las chicas han abandonado el vestuario, la entrenadora se da una ducha. Sin que ella se dé cuenta, un intruso se cuela en los vestuarios y tiende una trampa: después de cortar el cortacircuitos de un enchufe de la pared, conecta un secador de pelo y lo deja en el suelo. Tras haber bloqueado el desagüe con una toalla, abre el grifo de un lavabo y deja que el agua se derrame por el suelo. Hayden termina de ducharse, y en cuanto pisa el suelo mojado, muere de una fatal descarga eléctrica.

La policía piensa que todo ha sido un trágico accidente, pero Julie y sus compañeras no están convencidas. Van a ver a Monk para pedirle ayuda. Natalie piensa que las niñas están demasiado afectadas; pero opina que, si el detective apoya a la policía, les ayudará a asimilar el accidente.

Monk entra en el vestuario femenino y reconstruye las circunstancias del "accidente". En efecto, parece que Hayden se topó con toda la mala suerte del mundo: el cortacircuitos roto, el secador de pelo, la toalla sobre el desagüe y el grifo abierto. Comienza a pensar que las niñas podrían tener razón, pero Natalie se muestra escéptica. Entonces, Monk nota que todas las ventanas del vestuario tienen telarañas, excepto una. Impulsa a Natalie sobre las taquillas, y ella ve que allí hay dos huellas: alguien se coló por la ventana.

El teniente Disher les muestra las evidencias de la escena del "accidente", pero no opina lo mismo que Monk. Las huellas podrían pertenecer a uno de los trabajadores (estuvieron en el vestuario la semana previa). Además, no hay ningún móvil para un crimen: Hayden era querida y respetada por todos sus conocidos (desde sus alumnas hasta los entrenadores rivales). Aparentemente, no tenía un solo enemigo en el mundo.

Estando en la comisaría, Natalie menciona que Julie necesita hacer algunas preguntas a Stottlemeyer, para un trabajo de la escuela sobre el ADN. A regañadientes, el capitán accede.

Natalie y Monk se entrevistan con la directora del colegio, quien revela que Lynn Hayden estuvo deprimida las últimas semanas (pero no sabe por qué). Sin embargo, la directora se niega a creer que se suicidara. Cuando menciona que el equipo tendrá que afrontar el campeonato sin una entrenadora, Natalie se ofrece voluntaria (jugó al baloncesto en su instituto). Dice que necesita un ayudante y, encantada de intercambiar los papeles, recurre a Monk.

Aunque no sabe nada de baloncesto, el detective se lanza de lleno a sus funciones auxiliares tras descubrir que el equipo podrá ganar un trofeo (Monk heredó de su madre una pequeña obsesión por los trofeos).

Cuando Monk descubre que a Hayden le gustaba hacer excursionismo en Dratch Valley, recuerda que allí hubo un incendio hace poco tiempo. Él y Natalie visitan el valle, donde un guardia les informa de que el fuego comenzó (probablemente) por accidente. Un inesperado cambio en la dirección del viento y una hoguera no autorizada hicieron que algunos arbustos se prendieran fuego. El incendio causó muchos daños, pero nadie resultó herido. Monk encuentra en el suelo un botón del abrigo de Hayden, y deduce que debió de acampar allí. Por consiguiente, debió de ser la responsable del fuego.

Monk y Natalie visitan al hermano de Lynn, Aaron, que vivía con ella. Aaron admite que su hermana provocó el incendio, y estaba planeando entregarse a la policía. Como no había habido ningún herido, Aaron intentó impedir que lo hiciera; pero ella quería hacer lo correcto, como siempre.

En la comisaría, Julie plantea a Stottlemeyer y a Disher una pregunta básica sobre el ADN: ¿si el ADN es como una huella dactilar, por qué no resuelven todos los crímenes? Stottlemeyer da dos razones: primero, no en todas las escenas del crimen hay ADN; segundo, puede que la policía no tenga nada con qué compararlo. El capitán recuerda un antiguo caso: el asesinato sin resolver de una joven llamada Paula MacGoohan, en un club de campo. El asesino dejó un gran rastro de ADN, pero no había nada con lo que pudieran compararlo.

Poco después, Julie menciona que Monk es el auxiliar de su equipo, y Stottlemeyer y Disher acuerdan no perderse el partido.

Una vez allí, Monk pone nervioso a todo el mundo, con sus manías y sus compulsiones. Por si fuera poco, Natalie es expulsada del partido, después de levantar la voz al árbitro. Va a los vestuarios y nota algo en el tablón de anuncios; una fotografía de Lynn Hayden (donada por Aaron) cuyo marco roto tiene pegada una cinta adhesiva de borde dentado: el mismo tipo de cinta que encontraron en el cable del secador de pelo.

Natalie toma prestado el disfraz de la mascota del colegio, y vuelve a la cancha. Después de ver la fotografía, Monk resuelve el caso. Como no quiere detener el partido, llama a Stottlemeyer y a Disher, pide tiempo muerto, y resume los hechos en tan sólo treinta segundos: años atrás, Aaron Hayden mató a Paula MacGoohan en el club de campo (Monk recuerda que Aaron tenía un trofeo en su repisa).

Dejó ADN por toda la escena del crimen; pero (como Stottlemeyer le dijo a Julie) la policía no tenía nada con qué compararlo. Aaron creyó que estaba a salvo, pero le entró el pánico cuando Lynn le comunicó sus intenciones de entregarse a la policía (después del incendio). Él sabía que, como sospechosa de un delito, la policía tomaría una muestra de su ADN. Y sabía que ese ADN era lo suficientemente cercano al suyo, como para vincularle con el asesinato sin resolver. Mató a su hermana para asegurarse de que no le pillaran.

Justo cuando termina el tiempo muerto, Aaron echa a correr. Stottlemeyer y Disher le siguen, alcanzándole en el pasillo. Disher le dice que Monk tiene un mensaje para él: la próxima vez que quiera salir impune de un asesinato, debería comprar un marco nuevo para la foto.

En la cancha, el partido termina con el equipo de Julie en cabeza. Sin embargo, el árbitro añade dos segundos al reloj. Natalie asegura a Monk que no lo conseguirán, pero se equivoca. El equipo rival mete una canasta, y consigue la victoria en el último segundo. Monk abandona la cancha, deprimido.

Para levantarle el ánimo, Natalie y Julie le regalan un juego de trofeos (para conmemorar su éxito como detective de homicidios). Como hay uno por cada caso de asesinato que ha resuelto, el detective prevé que va a necesitar una repisa más grande.

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