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El Sr. Monk ingresa en el psiquiátrico
Psiquiátrico
Información
Número de episodio: 1.06 (6)
Título original: Mr. Monk Goes to the Asylum
Guionista: David Breckman
Tom Scharpling
Director: Nick Marsh
Duración: 43 min. (aprox.)
Fecha original de emisión: 09/08/2002
Episodio anterior: El Sr. Monk en la feria
Episodio siguiente: El Sr. Monk y el atracador multimillonario

El Sr. Monk ingresa en el psiquiátrico es el sexto episodio de la primera temporada de Monk.

Argumento[]

Debido a un extraño lapsus de memoria, Monk entra en la antigua casa de su difunta esposa Trudy y se dispone a preparar una cena para ella. Las autoridades, en vez de acusarle de allanamiento de morada, envían a Monk al centro psiquiátrico Medford para pasar dos días en observación y evaluación, bajo la supervisión del director de la institución, el famoso doctor Morris Lancaster.

Durante su estancia allí, Monk descubre que el centro está en obras de renovación. También conoce a su compañero de habitación, un hombre llamado John Wurster, quien le lleva a dar una vuelta por el edificio. Wurster explica a Monk un asesinato cometido años antes en la sala de suministros médicos: supuestamente, un paciente llamado Bill LaFrankie mató de un disparo al doctor Conrad Gould, robó un poco de morfina y se suicidió inyectándose una sobredosis. Al día siguiente, la policía encontró su cuerpo en el bosque. Sin embargo, Wurster revela a Monk que la teoría oficial tiene varios agujeros, y que, para él, es un caso sin resolver. En primer lugar, nunca encontraron la pistola. En segundo, LaFrankie era budista y tenía miedo a las agujas.

El doctor Lancaster pide a Monk que no haga de detective mientras esté allí, pero su deseo de investigar el caso se hace cada vez mayor.

Esa madrugada, otro de los pacientes, Manny (que está obsesionado con Santa Claus), escucha ruidos en el tejado encima de su habitación y, al asomarse por la ventana, ve al mismísimo Santa. Entusiasmado, le saca una foto.

Durante una reunión psiquiátrica con los otros pacientes de Lancaster, Manny hace público su descubrimiento de la noche anterior: explica a todos que vio a Santa Claus en la chimenea, y que le sonó el móvil. También asegura haberle sacado una foto. Por desgracia, su cámara ha desaparecido.

Manny informa a Monk de que lleva en su habitación poco tiempo, porque el doctor Lancaster no le permitió trasladarse a ella hasta hace una semana. Luego, Manny se sube al tejado y descubre un trozo de tela en la chimenea. Al mismo tiempo, Monk encuentra huellas de zapato en el tejado. Mete el trozo de tela en una bolsita y le dice a Manny que no le hable a nadie acerca de su descubrimiento hasta que tengan más evidencias.

Manny también enseña a Adrian un recorte de periódico con la noticia del asesinato de Gould. Monk nota algo raro en la fotografía del periódico, pero no es capaz de averiguar qué. Utiliza la sala de arte para reconstruir los hechos, fingiendo que el armario de pinturas es el botiquín. Con Wurster haciendo de LaFrankie y Manny haciendo de Conrad Gould, escenifican el asesinato. Entonces, Monk nota algo extraño: alguien abrió la puerta del botiquín con su juego de llaves, pero la foto del recorte muestra claramente que las llaves del doctor Gould siguen en su bolsillo después de haber muerto este. Monk comienza a sospechar que el culpable es alguien del hospital, posiblemente el propio doctor Lancaster.

Por desgracia, uno de los enfermeros descubre lo que están haciendo, y lleva a Monk ante Morris, quien le reprende por burlarse de la muerte del doctor Gould. Monk nota que el sedal de la caña de pesca del doctor ha desaparecido. En ese momento, otra paciente, Jane, irrumpe en la sala y acusa al detective de haberle robado su collar. Monk niega haberlo hecho, pero de pronto lo encuentra en su bolsillo, sin tener la menor idea de cómo ha llegado hasta ahí.

Posteriormente Jane se disculpa con Monk por haberle gritado, y le dice que una vez ella también tuvo visiones: por ejemplo, después del asesinato de Gould vio a LaFrankie correr con una pistola en la mano, pero en su mente le pareció ver a Lancaster. Monk comienza a creer que está perdiendo el juicio, y el doctor Lancaster le receta medicamentos.

Cuando Sharona va a visitar a su jefe, el doctor Lancaster le informa de que su situación ha empeorado, y enseña a la enfermera un dibujo de Trudy que Monk ni siquiera recuerda haber hecho. Monk descubre que la bolsita con el trozo de tela ha desaparecido, y se fija en que las botas de Morris están manchadas de hollín. Transmite sus sospechas a Sharona y esta comienza a investigar por su cuenta.

Revisa unos antiguos documentos y descubre que, en realidad, el doctor Lancaster tiene un poderoso motivo para haber cometido el crimen: estaba celoso de que hubieran nombrado director a Gould antes que a él. Con la ayuda de unos rotuladores que brillan en la oscuridad, Sharona pasa la información a Monk escribiéndola en una foto de Trudy. Por desgracia, al pasar la mano por encima de la foto para asegurarse de que no hay nada más, el doctor Lancaster se mancha los dedos con el rotulador.

Decidido a salirse con la suya, Lancaster intenta detener a Monk y destruir de una vez por todas las pruebas del crimen. Encierra al detective en una habitación aislada, con una camisa de fuerza. Sin embargo, el detective logra escapar de allí engañando al enfermero, y se apresura a telefonear a Sharona para que llame a la policía. Monk encuentra a Lancaster justo donde pensaba: en el tejado, disfrazado de Santa Claus. Monk se enfrenta a él, explicándolo todo: Lancaster quería el puesto de Gould. Se escondió en la sala de suministros médicos y esperó a que Conrad apareciera por allí. Cuando este llegó, Morris le disparó tres veces. Robó algunas drogas, para que pareciera que había sido un paciente. LaFrankie sería el chivo expiatorio. Lancaster le drogó, le mató, y dejó el cadáver en el bosque. Pero había otro problema: el doctor Lancaster había usado un arma registrada a su nombre, así que la escondió en la chimenea antes de que llegara la policía. Pasaron los años, y la pistola nunca fue descubierta. Pero ahora el hospital estaba en obras de renovación, y temía que la encontrasen. Lancaster no quería que ningún trabajador encontrara el arma, así que permitió que Manny, el fanático de Santa Claus, se trasladase a la habitación de enfrente de la chimenea. Se disfrazó de Santa Claus e intentó pescar la pistola con el sedal de su caña, sabiendo que, contara lo que contara Manny, todo el mundo le tomaría por un lunático.

Lancaster recupera su pistola justo a tiempo para apuntar con ella a Monk y a Manny. Pero, cuando va a apretar el gatillo, descubre que esta se ha oxidado por el paso de los años. Sharona llega, junto con la policía, justo a tiempo de salvar a Monk y detener a Morris.

Algo más tarde, Monk llama a Sharona, para asegurarse de que no ha vuelto a equivocarse de casa. La enfermera asegura a su jefe que está en su apartamento, y el detective puede a dormir tranquilo.

Personajes y reparto[]

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