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El Sr. Monk está en el aire
Información
Número de episodio: 5.13 (74)
Título original: Mr. Monk Is on the Air
Guionista: Josh Siegal
Dylan Morgan
Director: Mike Listo
Duración: 43 min. (aprox.)
Fecha original de emisión: 02/02/2007
Episodio anterior: El Sr. Monk está a su servicio
Episodio siguiente: El Sr. Monk visita una granja

El Sr. Monk está en el aire es el decimotercer episodio de la quinta temporada de Monk.

Argumento[]

En el estudio de grabación de la Radio 99.9 ABSC, el presentador Max Hudson y sus dos compañeros, Peque Willie (un enano) y J. J. (un experto en bromas) están en su programa matinal en directo. Están entrevistando a una actriz que protagoniza una película de estreno.

Mientras tanto, un coche de seguridad privada llega a una casa de Pacific Heights, un barrio de San Francisco. Allí se encuentran con un técnico de la compañía de gas, que explica que se ha producido un escape en el interior. Los agentes entran en la casa para registrarla, y pronto descubren que es propiedad de Max Hudson. Escuchan el sonido de una radio, en el piso de arriba, y lo siguen hasta el dormitorio. Allí, encuentran el cadáver de Jeannette, la mujer de Hudson, en la cama.

De vuelta en la emisora de radio, Max, J. J. y Willie llegan a un corte publicitario. El operador de la mesa de control anuncia a Max que un policía quiere hablar con él por teléfono. El presentador recibe la noticia de la muerte de su esposa.

Un mes después, Kevin Dorfman está ayudando a Monk a lavar los platos. Linda Riggs, la hermana de Jeanette, se presenta en el apartamento. Por lo visto, según el informe del forense, Jeanette encendió la chimenea de gas de su dormitorio, se fue a dormir, y murió asfixiada. Sin embargo, Linda no está convencida, y piensa que Max podría haberla matado. Linda confiesa que, sea cual sea su personalidad en el aire, él tiene un carácter violento (en una ocasión le arrestaron por agresión). Además, el divorcio le hubiera costado cerca de treinta millones de dólares.

Horas después, Monk y Natalie se reencuentran con Linda fuera de la casa. Monk nota que la personalidad de Max en la radio debe de extenderse a su vida privada, ya que tiene un felpudo de bienvenida que dice "lárguese". Suben las escaleras hasta la escena del crimen. Dentro de la habitación, Monk se fija en que falta un zapato del armario de Max, un mocasín marrón italiano.

Poco después, el detective encuentra varios detalles sospechosos. Para empezar, hay hojas secas en la chimenea, lo que indica que no se ha encendido muchas veces (de lo contrario, las hojas se habrían quemado). Entonces, ¿por qué estaba usándola Jeanette? También nota que el olor del gas cuando el tubo está abierto es abrumador (Natalie tiene que abrir una ventana para dejar que entre el aire fresco). ¿Cómo es posible que Jeanette no se diera cuenta del olor? Monk también descubre que no hay fósforos ni encendedores en ninguna parte del dormitorio.

Finalmente, el detective examina el calendario de Max en su escritorio, y se fija en otro detalle interesante: Jeanette murió el 15 de julio, dos días antes de su décimo aniversario de bodas. Sin embargo, no tenían nada planeado para aquel día, a pesar de que todos los años lo celebraban de un modo especial. Esto significa que Max sabía que, para entonces, ella ya estaría muerta.

El problema es que Max estaba en el aire cuando Jeanette murió, así que no pudo haberlo hecho. Monk decide hacer una visita a Max en su estudio de grabación. Max insiste en que el detective le haga las preguntas en directo, donde tanto Monk como Natalie puedan ser objetivos fáciles para las bromas de Peque Willie y J. J. Por fin, Max niega cualquier implicación en la muerte de su mujer, pero Monk está seguro de que es culpable.

Monk y Natalie van a la comisaría para hablar con Stottlemeyer y Disher. Monk menciona que Jeanette había comenzado a tomar pastillas para dormir recientemente, por sugerencia de Max. Explica su teoría: Max hizo que alguien se colara en la casa, encendiera el gas y luego cerrara la puerta del dormitorio. De este modo, ella nunca despertó.

Stottlemeyer advierte que la coartada de Max es hermética: estaba en la emisora de radio la mañana en que ella murió, y en una fiesta en Los Ángeles la noche anterior. La teoría de Monk tiene un agujero: ¿cómo pudo el asesino entrar en la casa? Natalie sugiere que Max podría haber hecho una copia de la llave. Stottlemeyer rechaza esa idea, alegando que tienen los registros de la compañía de seguridad. La casa está monitorizada las veinticuatro horas del día. Ninguna persona entró ni salió de la casa durante aquella noche. Sin embargo, Natalie descubre una ventana abierta en el sótano: una abertura de ventilación de veinte centímetros.

Disher opina que Peque Willie podría estar implicado, teniendo en cuenta que es enano y es tan fiel a Max que haría cualquier cosa por él. Sin embargo, Stottlemeyer no está seguro de que un enano pudiera caber por la abertura de ventilación. Monk insiste en comprobar cualquier posibilidad.

Monk, Natalie, Stottlemeyer y Disher visitan una librería donde Max y sus compañeros están firmando copias de su nuevo libro, Max Hudson: sexo, mentiras y radio. Los policías llevan aparte a Willie para interrogarle. Este menciona que, la noche en que murió Jeanette, él también estaba en el aire. La noche anterior no asistió a la fiesta en Los Ángeles, pero afirma que estuvo con su familia. Le entretienen lo suficiente como para que Disher le tome las medidas de la cabeza. Acaban concluyendo que mide veintiséis centímetros, lo que le descarta como sospechoso.

Mientras tanto, Monk interroga de nuevo a Max. El presentador admite que la muerte de Jeanette no fue accidental, sino un suicidio. Monk sigue sin creerle: él sabe que fue un asesinato.

Monk y Natalie vuelven a la emisora de radio durante el programa de Max. Monk, armado con algunos chistes viejos de su vecino Kevin Dorfman, entra en el estudio. El detective hace algunas preguntas, y luego comienza a hacer unas bromas pésimas. Max contraataca, desviando la conversación hacia el matrimonio de Monk. Cuando este descibre las circunstancias de la muerte de Trudy, Max se mofa de ello. Furioso, Monk pierde el control y se lanza sobre Max. Los guardias de seguridad se apresuran a sacarle de la sala.

Monk se reúne con los demás fuera de la casa de Hudson. Allí, Stottlemeyer hace razonar a su amigo: él es el único que puede demostrar que Max es culpable. Monk reflexiona otra vez sobre el caso, pero le distraen los ladridos del perro del vecino. Mirando por encima de la valla, ven que el animal está jugueteando con un mocasín mordisqueado... igual que el que faltaba en el armario de Max. Cuando entrevistan al vecino, este explica que Max cuidó de su perro mientras él estuvo de vacaciones en Hawái.

Max llega a la casa. Monk, Natalie, Stottlemeyer, Disher y Linda se enfrentan a él. Monk ha deducido que, dos meses atrás, Max estuvo entrenando al perro de su vecino para que matara a Jeanette. Max podría haber estado a kilómetros de su casa, y aun así habría podido cometer el homicidio. Sólo necesitaba que el perro escuchara su voz.

Max asegura que no tienen ninguna prueba, pero Stottlemeyer saca un walkie-talkie y da una orden a través de él. En el jardín, un agente uniformado llevando un estéreo reproduce la grabación del programa del día en que Jeanette murió. Cuando Max grita el latiguillo "¡tintinéame, campanas!", el perro atraviesa el jardín, entra en la casa por la abertura de ventilación, corre hacia el dormitorio y abre el tubo del gas con una pata. A continuación, se marcha y cierra la puerta tras de sí.

Por desgracia para Max, el perro le robó uno de sus mocasines italianos, y Monk ha hecho la conexión. El caso está cerrado, y Max Hudson es arrestado. Mientras le esposan, el detective le pregunta si su situación le hace gracia. Max responde negativamente. En un modo melancólico, Monk demuestra que tenía razón: algunas cosas no son graciosas.

Personajes y reparto[]

Enlaces de interés[]

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